Una vez más, la banda de Seattle comandada por el legendario Eddie Vedder hizo vibrar no sólo al público argentino que se hizo presente en el Estadio Único de La Plata, sino también a una concurrida jauría de peruanos fanáticos de los PJ
PEARL JAM: NOCHE ÉPICA


Cuando Pearl Jam (PJ) iba culminando las poco más de 3 horas de concierto con esa joya musical de The Who, “Baba O Riley”—magistralmente interpretada por Eddie Vedder—,todos los asistentes sabíamos que el recital había sido uno de los mejores que la banda ha brindado en Sudamérica desde su llegada a estas comarcas.

Era un momento muy especial para todos los asistentes al concierto en la ciudad de La Plata por ver a los Pear Jam en una nueva gira por América Latina, promocionando su nuevo disco Lightning Bolt (estrenado en octubre de 2013), sueño que empezó el 4 de noviembre en el estadio Nacional de Santiago, en Chile.

El segundo concierto de la gira latinoamericana se dio cita en la ciudad de La Plata, el sábado 7 de noviembre y contó con la participación de la banda de punk rock argentina Cápsula como teloneros del gran show que los Pearl Jam iban a brindar al público asistente.

No revistió mayor expectativa la presentación de los teloneros de Cápsula por cuanto la mayoría del público no los conocía y, recién ese mismo día, se había enterado de quiénes iban a ser los teloneros de la banda estadounidense. Sumado a que Cápsula, comandada por el estridente Martín Guevara, es una banda que viene haciendo su carrera artística en Europa desde hace algunos años, radicando actualmente en Bilbao, España.

Basta decir que el concierto de Pearl Jam en Argentina era uno de los más esperados en toda esta gira latinoamericana que culminó en México el pasado 28 de noviembre, no sólo por la presentación de esta ya histórica banda de grunche de Seattle, sino por el gran fanatismo del público gaucho hacía la agrupación y los tan recordados conciertos de 2005 (en Ferro), 2011 en este mismo estadio y el 2013 en el Pepsi Music Buenos Aires, que ya el mismo Vedder los había calificado como su mejor público en Sudamérica (el famoso “Next time I pay to you” de Eddie en La Plata-2011, extasiado por la energía desplegada por la fanaticada rioplatense).

La “mancha” de peruanos que asistimos al Estadio Único veíamos cómo otro de nuestros sueños con los PJ se iba haciendo realidad (el primero fue verlos en 2011 en el Estadio de San Marcos, en nuestra bizarra Lima) conforme se avanzaba a través de los hermosos parques con avenidas diagonales que caracterizan a esta ciudad de La Plata, a la entrada al recinto. Haciendo una parada para comprar unos tragos y hablar de la previa, que fue el día anterior en “De Bar”, local ubicado en el turístico barrio de San Telmo-Buenos Aires, uno a uno de los “jammers” peruanos presentes contaba desde su óptica cómo vivía esta experiencia musical en la Argentina.

Pasadas las 18:00 horas local, el grupo de peruanos optó por ingresar al recinto para “agarrar” espacio en las primeras filas de campo, que aquí es la zona principal donde la gente asiste a los conciertos de rock, dejando en un segundo plano las plateas (y es que en campo, no sólo se ve mejor el concierto sino que el mejor ambiente se crea allí).

Ya como espectadores del show, se presenció el inicio de los teloneros de Cápsula, que si bien tocaron temas que fueron del agrado del público, no llegaron a equilibrar su agresiva melodía, tal vez porque los equipos de sonido y la acústica que tiene el Estadio Único—que como se dice en Argentina, es el mejor recinto para grandes conciertos musicales porque el sonido no sale del mismo—estaban preparados sólo para PJ.

Y también parecía que las cerca de 40 mil almas estaban guardando energías para lo infernal que iba ser el concierto de los de Seattle. Y lo infernal empezó con una suave melodía: el magistral “Pendulum”, tema de su último disco Lightning Bolt, con el cual habían abierto el concierto en Santiago tres días antes.

Siguieron las ya conocidas melodías de “Low light" y "Small town", que poco a poco fueron calentando al público para ir progresivamente hasta llegar a ese clímax que la banda suele llevar a sus fans en sus conciertos.

En medio del recital, la banda empezó a ponerse más heavy e inició con uno de los sencillos que ha recibido muy buena crítica en su último disco: el poderoso “Mind your manners", para después continuar con el ya clásico y liberador "Do the evolution" del disco Yield (1998), que sin duda alborotó al público y fue el punto de partida para que todos los asistentes desplegaran sus energías al mejor estilo grunche noventero: con pogos y saltos y las ya famosas coreadas de los solos de PJ que tanto le impactó a Vedder y compañía en el primer concierto en La Plata, y por el cual ellos han cultivado un gran cariño por este público.

Siguieron a estos temas, la efervescente “Even Flow”, con una destructiva guitarra de McCready que eleva a lo más alto la mítica voz de Vedder. Después, bajaron las revoluciones con la impecable interpretación de “Imagine” de los Beatles, recordando los 75 años de natalicio del gran John Lennon, y sigue a esta la no menos conocida “I Believe in Miracles” de los Ramones (como me dijo un viejo fanático de los PJ a la salida del estadio: “Esta banda ha ocupado el vacío que dejaron los Ramones en los argentinos”. Y a lo mejor tiene mucho de cierto, pues los fanáticos del rock en la Argentina aman a Pearl Jam como a sus propias vidas).

fUENTE: FOTO OFICIAL DEL CONCIERTO EN LA PLATA.

El grunche y la leyenda llamada Pearl Jam

Se ha gastado mucha tinta y papel desde que irrumpió el grunche en Seattle hace más de 25 años. Con la salida a escena de bandas como Alice in Chains, Nirvana, The Malvins, Soungarden, Green River y el propio Pearl Jam, a finales de 1988 en Washington, se dio inicio al bien llamado movimiento grunche y la generación X. Y que fue la base para la continuación del rock and roll en muchas partes del mundo después, en especial en Estados Unidos.

Tener en la actualidad a una banda de la talla y recorrido musical como Pearl Jam es una muestra de que este movimiento que nació del punk, el hardcore punk y el noise rock, aún sigue vigente y tiene como su gran abanderado a Eddie Vedder, quien se convirtió, junto a Kurt Cobain, en el ícono de una generación que se sintió representada por esta corriente musical, en la que los jóvenes de esa época podían reventar sus frustraciones y miedos de adolescentes con temas como “Smells Like Teen Spirit” (Nirvana) o “Alive” (PJ).

Sencillos como “Alive”, de la primera obra maestra de Pearl Jam (Ten, 1991), son tomados como el grito desgarrador de jóvenes que sentían las frustraciones familiares representadas en este tipo de escenas musicales.

Y es que “Alive” habla de un niño que descubre en su adolescencia que su padre en realidad es su padrastro y que su padre biológico estaba muerto muchos años atrás. Esto le genera un resentimiento hacia su madre, por haberle ocultado el secreto durante años. Teniendo como resultado de una relación madre-hijo muy traumática, un episodio de incesto.

Asimismo, “Alive” pertenece a la trilogía “Mamasan”, que incluye los temas “Once” y “Footsteps”, que son la continuación de ese niño perturbado que llega a convertirse en un hombre guiado por el mal, mutado en un asesino serial y contando su historia desde la cárcel, antes de ser ejecutado (el hilo conductor de la trilogía será la madre y los impactos psicológicos vividos por el personaje principal en su infancia).

Es importante mencionar que el niño encumbrado con los brazos hacia arriba de la portada del tema “Alive” no es más ni menos que Vedder, que sufrió el divorcio de sus padres en su niñez y soportó que su madre se casara nuevamente, cosa que él jamás aprobó (y que lo llevó a liberar esos traumas de infancia con  la composición y la música).

FUENTE: Internet.

Después, la producción de 10 discos que en la actualidad son considerados joyas de rock and roll contemporáneo, hacen que Pearl Jam sea una de las principales agrupaciones musicales de los últimos 50 años, y esté a la altura de grupos como The Doors, The Who, Pink Floyd, Ramones, AC/DC, Metallica, Kiss, Queen, Guns N´ Roses y obviamente el explosivo y eufórico Nirvana de Cobain.

Todas estas anécdotas y la fortaleza de su música-que tiene que ver directamente con la cohesión del grupo como un reloj suizo, la mística y liderazgo de su vocalista y el talento y experiencia ganada de sus demás integrantes- hacen que la banda encabezada por Eddie Vedder haya sobrevivido a estos tiempos desde hace 25 años.

Final de ensueño

La escena de un Eddie Vedder regalando la armónica con la que cantó subliminalmente “Footsteps” a una hermosa joven argentina que se encontraba pegada al escenario y que inmediatamente generó el llanto inconsolable de esta fan—enfocada en un primer plano por las pantallas del recinto— es la muestra viva de lo que la gran mayoría de asistentes al Estadio Único de La Plata sintieron: éxtasis total y desenfreno mental por ver a los símbolos vivientes del grunche.

Hay dos cosas grandes que rescatar en este magistral e inolvidable concierto: la fortaleza y cohesión musical de Pearl Jam y su leyenda viviente que sorprende a los grandes críticos de la industria musical hoy por hoy— y muy a pesar de que la influyente revista Rolling Stone haya dicho en 2006 que “es un grupo que se encargó de destruir su propia fama en la última década (1996-2006)” —. 

Por otro lado, el infatigable fanatismo del público argentino, y obviamente el peruano, que se dieron cita al estadio en La Plata; y que una vez más demostraron que son los públicos que cuentan con las mayores preferencias  de Vedder y compañía.

fuente: jammer peruano en la plata, cristhiam ramos

El tocar 33 temas de forma excepcional es una muestra de lo que el grupo desplegó en el escenario, conectándose mentalmente a cada segundo con su fanaticada—que parecía un ritual musical entre Pearl Jam y el público asistente— y redescubriendo que cada concierto en Argentina es una experiencia nueva y enriquecedora para su histórica trayectoria artística.

Para muchos de los que asistieron, el concierto terminó en el segundo bloque: cuando se escuchó “Once”, las almas presentes enmudecieron al inicio para después estallar literalmente y estremecer el recinto, por lo que este tema significa no sólo para la banda, si no para los que realmente son fanáticos de PJ desde sus inicios— y la representación que tiene dentro de la trilogía “Mamasan”—.

"No me fui y ya los extraño. Nos vemos el próximo año", exclamó Vedder y los músicos despidieron el segundo recital de su gira latinoamericana, que comenzó en Chile el miércoles 4 de noviembre y continuó por Brasil, Colombia y México hasta finales del mismo mes. 

Esperemos que ese “no me fui y ya los extraño” también se escuche en Perú próximamente, cuando Pearl Jam se anime a regresar a un país que cuando los vio tocar por primera vez quedó, tal vez, más extasiado que los propios argentinos. 

fuente: jammers peruanos en la plata.